Páginas

viernes, 13 de febrero de 2015

Dios alumbra nuestro camino en la oscuridad.


Cuando nuestro alrededor oscurece, Dios muestra su brillo.
Lo que con frecuencia consideramos como tempestades, son rachas de viento que lejos de hundirnos, nos reconducen a puertos a los que jamás llegaríamos al tener una plácida travesía. La tempestad interviene como aliado y no como enemigo.

Es verdad que cuando todas las lámparas se apagan aquí abajo Dios enciende millones de estrellas allí arriba. Cuando todo a nuestro alrededor se oscurece, el cielo se convierte en un mapa de inconmensurable belleza.

Deberíamos considerar nuestras cicatrices como auténticos trofeos, porque las situaciones duras de la vida dan peso a nuestras palabras, a nuestras creencias y a nuestra fe en Dios e incluso nos dan autoridad, el apóstol Pablo legitimo su autoridad y sus palabras fueron de peso cuando dijo: Traigo en mi cuerpo las marcas del señor Jesús”. (Gálatas 6:17)

Todos nos enfrentamos a situaciones difíciles y a veces para nuestros ojos imposibles de salir, porque es fácil desalentarse, pero la Escritura dice que si nos tomamos de su mano, Dios va delante de nosotros enderezando nuestros caminos, quebrantando y haciendo pedazos cualquier dificultad (Isaías 45:1-2). Es nuestra luz, nuestra salvación y nuestra fortaleza, entonces ¿De quién temeremos? (Salmo 27-1)

Lo importante no tiene que ser el tamaño del problema, lo importante es creer que nuestro Dios es más grande que cualquier dificultad, desafío, enfermedad, tiempos de desanimo, sueños rotos, por eso no permanezcamos enfocados en agrandar el problema o en darle demasiada importancia, en cambio debemos de aprender a engrandecer a Dios, y nuestra actitud debiera ser: Si voy a engrandecer algo, engrandeceré la fuente de mi fuerza. Voy a hablar de la grandeza de Dios. No me enfoco en lo grande que son mis problemas. Me enfoco en lo grande que es Dios.

Por eso confiemos que ninguna dificultad o desafío, pueden detener el plan de Dios para nuestra vida.  Tal vez habrá cicatrices, pero son pruebas de fe, en que Dios todopoderoso nos va a sacar de cualquier situación e incluso vamos a estar mejor de lo que pudiéramos llegar a pensar.

Dios va a alumbrar nuestro camino y siempre nos guiara a través de cualquier dificultad o desierto, como lo podemos ver en Éxodo 13-21 cuando Dios alumbra al Pueblo de Israel durante la noche. No me enfoco en la oscuridad me enfoco en la luz que es Dios, confiando en que la palabra de Dios es lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino como lo dice el Salmo 119:105.

www.enviandovida.com

Recibe palabras de vida, actualización de nuestros artículos, promociones y mucho más. Regístrate en www.enviandovida.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario