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miércoles, 6 de mayo de 2015

Somos la Luz del mundo


Tú eres Luz
Una de las fuentes más importantes de energía y más conocida es la luz. La luz penetra y disuelve la oscuridad, también sostiene vida en la tierra, sin ella toda criatura viviente no podría sobrevivir. La Luz no es solamente lo opuesto de las tinieblas, sino que también lucha contra ellas, sin la luz; es fácil caerse o pegarse, hay peligro en el camino, hay un sentir de inseguridad. En la creación del Génesis Dios crea la luz para señorear y la pone en lo alto para alumbrar a la tierra.

Entendiendo la importancia de lo que es la luz podremos entender en sentido mucho más amplio todo lo que significa la Luz y sus alcances en un sentido bíblico y como ¡Dios mismo! Salmo 27:1 Jehová es mi Luz y mi salvación ¿De quién temeré? Dios es la Luz y en Él todo sale a la Luz. Simboliza la perfecta pureza y santidad de Dios, la palabra de Dios es la Luz que nos guía, nos muestra el camino y nos señala la ruta a seguir. Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino (Salmo 119:105).

En el plan de Dios Jesús vino a dar vida, y la vida era la luz de los hombres (Juan 1:4); solo Cristo es la Luz del mundo y en Él hay salvación. En Juan 8:12 Jesús dice: Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida. Jesús nos enseña que es la luz y que donde Él esta no hay oscuridad, entonces cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón asumimos también una gran responsabilidad en nuestra forma de vivir, no es una mejor manera de vivir, es la única. Es llevar a cabo un estilo de vida que complazca a Dios. Mateo 5:14-16, dice: Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos.

Nuestra conducta debe ser más que un compromiso u obligación,  por agradecimiento y amor a Dios, como una luz que ilumina y con eso demostramos nuestra obediencia a Dios, hacer buenas acciones, para  que la gente glorifique a Dios. Nos encontramos en una época de oscuridad, en donde la pérdida de valores es la constante en nuestra sociedad. Donde los hijos de Dios debemos reflejar la luz de Cristo, debemos brillar, en todo lo que hacemos y decimos; y en general en nuestro comportamiento cotidiano, no estar escondidos, de que sirve tener luz sino dejamos ver su brillo, y más allá de un compromiso no te gustaría que tu actitud brille para Dios, que sea agradable para todas las personas que quieran esa luz que emana de ti, que contagies a los demás, ser amables con los que están a nuestro alrededor como testimonio para el Señor, hay que cuidar nuestro trato con todos para ser lámparas, brilla en el lugar donde hoy te encuentras con una buena actitud.

Él nos llama a ser reflectores al mundo, transmitiendo a través de nuestras vidas la verdadera luz del Eterno Hijo de Dios, es nuestro deber el resplandecer para que todos los hombres vean la Gloria de Jesús y que la vida que vives sea una lámpara a los pies de otros. Porque así nos ha mandado el Señor diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. (Hechos 13:47). Te has preguntado si eres una luz resplandeciente reflejando la Luz de Dios en tu vida, si los hombres ven en ti la Luz de Dios.

Busca lo que glorifique a Dios, sé una influencia positiva para los que están a tu alrededor, encárgate de que la luz que hay en ti disuelva la oscuridad y como lo menciona la biblia en Daniel 12:3 llegues a resplandecer como el firmamento y seas como la luz de las estrellas para multitudes. Y Efesios 5:8 nos recuerda que en otro tiempo fuimos tinieblas, mas ahora somos luz en el Señor; andad como Hijos de Luz.

Y podemos seguir, sin embargo la palabra de Dios es tan clara en este tema que mejor te dejamos unos textos para que reflexiones en ellos.

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo (2 corintios 4:6).

Nos mandará para abrir los ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados (hechos 26:18).

Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9).

Ciertamente somos humanos y estamos expuestos a equivocarnos y a cometer errores, pero no lo hagamos deliberadamente, recordando lo que dice Proverbios 4:18. Más la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento, hasta que el día es perfecto. Y cuando tu consciencia te diga que algo no va por buen camino, que no estás haciendo las cosas de forma correcta; escúchala, es una lámpara de la cual Dios nos dotó para que escudriñemos lo más profundo de nuestro corazón (Proverbios 20:27).

Recuerda que Tú eres Luz, no te olvides de eso y haz que los demás puedan ver la luz de Dios en ti.

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